Cuando los problemas te agobian, cuando todo te sale mal, cuando estás cabreado y parece que no hay salida, cojes el coche y te escapas, te acercas a ese mar que te devuelve la ilusión y las ganas de seguir luchando...
Escuchar el sonido del mar, dejarse acariciar por su brisa, cerrar los ojos, no pensar y dejar volar tu imaginación lejos, muy lejos..., y una inmensa paz te llena y te hace sentir bien.
Sí, un poco de mar para cargar pilas y seguir adelante con nuestras vidas...
Escuchar el sonido del mar, dejarse acariciar por su brisa, cerrar los ojos, no pensar y dejar volar tu imaginación lejos, muy lejos..., y una inmensa paz te llena y te hace sentir bien.
Sí, un poco de mar para cargar pilas y seguir adelante con nuestras vidas...
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