Dicen sus cantos: Aprended ternura
Dicen sus robles: Aprended firmeza
Dicen sus héroes: Aprended bravura
Sus manantiales: Aprended frescura
Sus mansas vacas: Aprended nobleza;
Sus raras aves: Aprended belleza
Su hablar de miel: Aprended dulzura
Dice su gaita: Aquí está la armonía
Dice sus sidra de oro: Aquí está la alegría;
Su niebla azul: Aquí está lo indeciso
De sus selvas, sus mares y sus rompientes,
dicen con ríos y águilas y fuentes:
¡Aquí está Dios y aquí está el paraíso!
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