He aquí el mar,
el mar donde viene a estrellarse el olor de las ciudades,
con su regazo lleno de barcas y peces y otras cosas alegres.
Esas barcas que pescan a la orilla del cielo,
esos peces que escuchan cada rayo de luz,
esas algas con sueños seculares
y esa ola que canta mejor que las otras.
He aquí el mar,
el mar que se estira y se aferra a sus orillas,
el mar que envuelve las estrellas en sus olas,
el mar con su piel martirizada
y los sobresaltos de sus venas,
con sus días de paz y sus noches de histeria.
Y al otro lado, ¿ qué hay al otro lado?
¿Qué escondes mar al otro lado?
El comienzo de la vida largo como una serpiente ó
el comienzo de la muerte más honda que tú mismo
y más alta que todos los montes.
¿Qué hay al otro lado?
La milenaria voluntad de hacer una forma y un ritmo ó
el torbellino eterno de pétalos tronchados.
He ahí el mar,
el mar abierto de par en par.
He ahí el mar quebrado de repente,
para que el ojo vea el comienzo del mundo.
He ahí el mar,
de una ola a la otra hay el tiempo de la vida,
de sus olas a mis ojos hay la distancia de la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario