lunes, 24 de agosto de 2009

La memoria es optimista



Recordamos momentos especiales, abrazos y palabras amorosas de nuestros padres, nuestro primer beso de anamorados, el momento que conocimos a nuestra pareja y tambien recuerdos dolorosos como la muerte de un ser querido ó algún momento en el que nos sentimos especialmente solos y desamparados.

Recordamos claramente el vestido que llevábamos ese día especial de hace muchos años y en cambio tenemos que esforzarnos para recordar que cenámos ayer.

Y es que nuestra memoria no almacena información de forma forzosa, sino que es creativa y adaptativa. Gracias a ello los seres humanos somos optimistas por naturaleza.
Cuanto más estimulante resulta una experiencia, mayor es la huella que deja en la memoria. La intensidad de lo que vivimos es, por tanto, lo que perdura en el tiempo.

Nuestra mente recuerda los hechos principales e inventa insconscientemente, los detalles.
La memoria es práctica, creativa y adaptativa y nos ayuda a imaginar el futuro.
Tendémos al optimismo, pues solémos imaginarnos que el futuro será mejor que el pasado.
Cuando tenémos pensamientos positivos el cerebro se encarga de generar emociones gratificantes.

Por todo ello, deberíamos estar agradecidos a nuestro cerebro optimista por ser capaz de imaginar futuros prometedores para nosotros, pero también por recordar mejor aquello bueno que ha habido en nuestro pasado, dejando de lado las malas experiencias que, a buen seguro, todos hemos vivido.
Sin este cerebro inventor, creativo y optimista, muy probablemente no estaríamos ahora aquí.


Beatriz Barco.

1 comentario:

FABIA dijo...

Ratifico totalmente todo lo leido, si nuestro cerebro no fuera, afortunadamente, selectivo en los recuerdos ¡estariamos todos locos!!.
Lo mejor siempre está por llegar.
Un beso.
Fabia.