Tenémos edificios más altos pero entendimientos cortos,
autopistas más anchas pero puntos de vista más estrechos.
Gastámos más pero tenémos menos,
comprámos más pero disfrutamos menos.
Tenémos casas más grandes pero familias más pequeñas,
más compromisos pero menos tiempo.
Tenémos más expertos pero más problemas,
más medicinas y menos salud.
Hemos multiplicado nuestras posesiones,
pero hemos reducido nuestros valores.
Hablamos mucho, amamos poco, odiamos demasiado.
Aprendimos a amar una vida pero no a vivirla plenamente.
Hemos llegado a la luna y regresado pero
tenémos problemas a la hora de cruzar la calle
y conocer a nuestro vecino.
Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior,
limpiamos el aire pero polucionamos nuestras almas.
Estos son tiempos de personas más importantes
con caracteres más debiles,
con más libertad pero menos alegria,
con más comida pero menos nutrición.
Son días en los que llegan dos sueldos a casa
pero aumentan los divorcios,
son tiempos de casas bonitas pero hogares rotos.
Por eso no intentes retardar, detener o
guardar nada que agregaría risa y alegria a tu vida.
Cada día, hora, minuto, semana es especial...