En una tarde soleada miras tu sombra y te reconoces, en cambio hay días que esto no ocurre. Sigues siendo tú pero algo no va, no está bien. Tu sombra está ahí, la miras y no te ves, lo mismo que al mirarte a un espejo, sólo el reflejo de tu figura mirándote y no encontrándote.
Piensas y te preguntas ¿qué ha cambiado?.
Han pasado días, semanas y meses dejándome llevar por esta lucha interna, días de agobio, dolor y mancadura, dónde mi cabeza puede más que mis sentimientos, dónde cada mañana al despertarme es un día más de vida y ese día es una continua lucha por seguir siendo yo y no la que me hace ser el bichito que llevo dentro de mi cabeza.
Sí, he cambiado, me he vuelto más dura, más déspota.
La gente cercana a mí nota este cambio y no dicen nada, sólo me aguantan, pero hay una persona muy especial que sí me lo dice, que no quiere perder a la sirena que conoció tiempo atrás, a la Amparo cariñosa, sensible, alegre que compartió momentos a su lado y es por él, por lo que él significa en mi vida por lo que sigo aquí y escribo estas lineas.
El supo sacar todos los buenos sentimientos que tenia enterrados en mi interior y supo abrir de nuevo un corazón herido, hacerlo latir, sanarlo y hacerlo fuerte de nuevo, y por eso necesito que siga siendo el eje de mi vida.
Este corazón ganará la partida a este intruso instalado en mi cerebro.
Me reinventaré si es necesario día a día y volveré a ser la persona alegre de la que te enamoraste.
Fingiré que todo está bien cuando mi cabeza me juegue una mala pasada y dejaré hablar a mi corazón y cuando vuelva a mirar esa sombra ó mi reflejo ya no seré una desconocida, seré yo de nuevo.
Piensas y te preguntas ¿qué ha cambiado?.
Han pasado días, semanas y meses dejándome llevar por esta lucha interna, días de agobio, dolor y mancadura, dónde mi cabeza puede más que mis sentimientos, dónde cada mañana al despertarme es un día más de vida y ese día es una continua lucha por seguir siendo yo y no la que me hace ser el bichito que llevo dentro de mi cabeza.
Sí, he cambiado, me he vuelto más dura, más déspota.
La gente cercana a mí nota este cambio y no dicen nada, sólo me aguantan, pero hay una persona muy especial que sí me lo dice, que no quiere perder a la sirena que conoció tiempo atrás, a la Amparo cariñosa, sensible, alegre que compartió momentos a su lado y es por él, por lo que él significa en mi vida por lo que sigo aquí y escribo estas lineas.
El supo sacar todos los buenos sentimientos que tenia enterrados en mi interior y supo abrir de nuevo un corazón herido, hacerlo latir, sanarlo y hacerlo fuerte de nuevo, y por eso necesito que siga siendo el eje de mi vida.
Este corazón ganará la partida a este intruso instalado en mi cerebro.
Me reinventaré si es necesario día a día y volveré a ser la persona alegre de la que te enamoraste.
Fingiré que todo está bien cuando mi cabeza me juegue una mala pasada y dejaré hablar a mi corazón y cuando vuelva a mirar esa sombra ó mi reflejo ya no seré una desconocida, seré yo de nuevo.
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