martes, 28 de abril de 2009

Poema



Quiero poder amarte sin aferrarme,
apreciarte sin juzgarte,
encontrarte sin agobiarte,
invitarte sin insistencia,
dejarte sin culpabilidad,
criticarte sin censurarte,
ayudarte sin disminuirte...

"Si quieres concederme lo mismo,
entonces realmente podrémos reunirnos
y ayudarnos a crecer mutuamente".


domingo, 26 de abril de 2009

Sensaciones






Hoy es el segundo día que me despierto con una sensación extraña que no sé explicar.
No noto esa presión en mi cabeza como en estos meses atrás.
Estoy despejada, sin dolor, sin mareos al levantarme.
Y ayer durante el día me pasó lo mismo. La mañana pasó rápida, bien y en mi turno de trabajo durante la tarde estuve muy bien, en ningún momento la noté pesada o con el mínimo dolor.
Puede que el cambio de tiempo haya repercutido en ello, pues volvió a aparecer la lluvia y han vuelto a bajar las temperaturas.
Como dije hace un tiempo el invierno se alarga este año, que habría siete nevadas coincidiendo con los cambios de las siete lunas desde Octubre y ayer fué luna nueva y los pronósticos meteorológicos dan nieve este fin de semana.
No sé si es casualidad, coincidencia o los viejos dichos llevan la razón...
Y tampoco sé lo que pasa dentro de mi cabeza, quizá este bicho en mi cerebro me esté dando una tregua, un descanso, yo que sé..., sólo estas sensaciones extrañas que no tienen explicación.


sábado, 25 de abril de 2009

Llueve...




Cae la lluvia en esta tarde gris y triste.
Miras a tu alrededor y el verde de nuestra tierrina está por todos lados, en los brotes de los arboles cercanos reflejados en el agua, en los jardines y más allá el verde de los valles , la nieve en las cumbres lejanas.
El olor a tierra mojada mezclado con el olor de flores silvestres y el sonido del agua en el asfalto.
Como decímos n'asturiano a veces orbaya, a veces cae un xarabatu, pero sigue lloviendo en esta tarde interminable...




La sirenita





(...) La sirena, asustada, se apresuró a sumergirse unos momentos; cuando volvió a asomar a flor de agua, le pareció como si todas las estrellas del cielo cayesen sobre ella. Nunca había visto fuegos artificiales. Grandes soles zumbaban en derredor, magníficos peces de fuego surcaban el aire azul, reflejándose todo sobre el mar en calma. En el barco era tal la claridad que podía distinguirse cada cuerda, y no digamos los hombres ¡Ay qué guapo era el joven príncipe! Estrechaba las manos a los marinos, sonriente, mientras la música sonaba en la noche. Pasaba el tiempo, y la pequeña sirena no podía apartar los ojos del navío ni del apuesto príncipe. Apagaron los faroles de colores, los cohetes dejaron de elevarse y cesaron también los cañonazos, pero en las profundidades del mar aumentaba los ruidos. Ella seguía meciéndose en la superficie, para echar una mirada en el interior de los camarotes a cada vaivén de las olas. Luego el barco aceleró su marcha, izaron todas las velas, una tras otra, y, a medida que el oleaje se intensificaba, el cielo se iba cubriendo de nubes; en la lejanía zigzagueaban ya los rayos. Se estaba preparando una tormenta horrible, y los marinos hubieron de arriar nuevamente las velas. El barco se balanceaba en el mar embravecido. Las olas se alzaban como enormes montañas negras que amenazaban estrellarse contra los mástiles.

(...) Al partirse el navío lo vio hundirse en las profundidades del mar. Su primer sentimiento fue de alegría, pues ahora iba a tenerlo en sus dominios pero luego recordó que los humanos no pueden vivir en el agua, y que el hermoso joven llegaría muerto al palacio de su padre. No, no era posible que muriese; por eso echó ella a nadar por entre los maderos y las planchas que flotaban esparcidas por la superficie, sin parar mientes en que podían aplastarla. Hundiéndose en el agua y elevándose nuevamente, llegó al fin al lugar donde se encontraba el príncipe, el cual se hallaba casi al cabo de sus fuerzas; los brazos y piernas empezaban a entumecérsele, sus bellos ojos se cerraban, y habría sucumbido sin la llegada de la sirenita la cual sostuvo su cabeza fuera del agua y se abandonó al impulso de las olas...


H.C.Andersen



miércoles, 22 de abril de 2009

Al mar





Pasar el muru baxu que dixeba
la cai del paséu de cementu perriba de l'arena
trai de súpetu dalgo hai tiempu conocío.
l'alborotu pequeñu de les playes.
To too apetiguñao baxo'l curtiu horizonte:
playa brusca, agua azul, toballes, gorros de bañu coloraos,
les pequeñes y fresques folines insistentes
contra l'arena caldia y mariella y, más allá
un barquín blancu apegáu a la tarde.

¡Bastante visto too, bastante visto!
Estiráse, comer, dormir sintiendo l'agua
(les oreyes nes radios, esi ruiu apagáu
baxo'l cielo), o dir p'acá y p'allá
ente neños inciertos, recebaos de blanco
y embobaos d'aire enorme, o tirar poles sielles
de vieyos tiesos pa qu'esfruten tovía
un últimu branu, too esto ta mui visto:
mitá placer añal y mitá ritu,

igual que cuando yo, feliz de dir yo solu,
buscaba ente l'arena famosos futbolistes,
o como, muncho enantes, escuchando mios pas
el mesmu cacaréu playeru, conociéronse.

Resulta estraño agora, mentes miro la rellumante escena:
el mesmu agua nidio sobre les piedres llises,
los débiles glayíos llonxanos de bañistes que protesten
nel filu'l mar, y depués les colilles,
les bolses de patates y les fueyes de té,
y ente'l cantil, les lates ferruñoses, hasta que
les primeres families empiecen a emigrar hacia los coches.

El veleru marchó, la lluz, como un cristal
tomáu, va garrando un tonu blanquecín. Si lo pior
del bon tiempu ye nun tar a l'altura,
igual estos namás faen lo que pueden pa siguir la costume:
venir al mar torpemente desnudos
añu tres añu; facer el payasu pa deprende-yos dalgo
a los neños, y ayudar a los vieyos tamién, como Dios manda.


martes, 21 de abril de 2009

domingo, 19 de abril de 2009

Una sirena...?



Más de una persona me ha preguntado el porqué del nombre de este blog.

Creo que a todas las personas que nos gusta el mar y su entorno, nacémos con un "algo", "íntimo", distinto al resto, que quizás nos haga un poco especiales y nos cuesta expresar y sacar al exterior ese "algo" por el miedo a que no puedan entendernos ó tacharnos de locas.
Pero pasa el tiempo y un día conoces por casualidad a una persona que descubre tu secreto, guardado, dormido durante años, desde la muerte de tu primer gran amor y decides de nuevo dejarlo salir y ser tú misma...

¿Quién no se ha sentido alguna vez como pez en el agua?
Yo sí. Y recuerdo que desde niña.
Esa niña que pasaba más tiempo dentro del agua que jugando en la arena de la playa con los demás niños, que cuando la mar estaba revuelta me quedaba en la orilla tumbada sintiendo en mi cuerpo la espuma de las olas y cómo la resaca intentaba atraparme y arrastrarme mar adentro, y me gustaba esa sensación de sentirme parte de esa mar.

Una sirena, sí, así me siento cada vez que me sumerjo y disfruto de sus fondos, de la vida marina, del silencio y de la paz que se respira allá abajo.
Una sirena...

Sirena




Percibo tu mirada,
la percibo a través de la brisa,
esa en la quietud,
que da la mar en calma,
esa del mar, tan mar y tan azul.

Viajas constelada,
entre estrellas de océano profundo,
eres sirena, espejo de luz,
fantasía de poetas escribiendo al mar,
realidad existente en la fe de hombres en barcos,
estas siempre presente
ocultándote cual pez ángel,
en la oscuridad del océano tan grande y constelado.

La vastedad de las olas,
me señalan el camino a tu encuentro,
la estrella del sur tu ubicación exacta,
las tres marías pintan tu rostro,
lo pintan en el reflejo de la luna,
ese que se va estampando en luminiscencia,
esa de la estela, esa de la espuma,
justo cuando en el mar de la noche,
se va escondiendo la luna.

Sirena de cabellos largos,
tus secretos están a resguardo,
las estrellas del cielo,
te dan protección eterna.



Alexis Coald.

viernes, 17 de abril de 2009

Los que xixilen - The listeners



"¿Hai dalguién en casa?", dixo'l viaxeru,
al picar a la puerta qu'allumaba la lluna;
y el caballu, en silencio, pastaba ente la herba
de felechos del bosque;
y un páxaru esnaló dende la torre
perriba la cabeza del viaxeru.
Esti picó a la puerta una vez más:
"¿Hai dalguién equí?", dixo.
Pero naide retrucaba al viaxeru;
nin asomó a la puerta una cabeza
pa mirar los sos güeyos abuxaos,
y él siguía ellí, paráu y perplexu.
Namás una montonera de pantasmes xixilantes
qu'habitaben la casa solitaria
oyíen en silenciu a la lluz de la lluna
aquella voz del mundu de los vivos.
Apiñaos en flebes rayos de lluna na escalera escura
que baxaba hasta'l recibidor vaciu,
escuchaben nel aire que'alborotaba
la llamada del solitariu viaxeru.
Y él sintió nel pechu la estrañeza,
la quietú contestando a la so voz,
mentanes el caballo s'axitaba, paciendo nel escuru pastu,
baxo'l cielu estrelláu, cuayáu de fueyes.
Y entós volvió a picar a la puerta, más fuerte,
llevantó la cabeza:
"Dicíi-yos que vine, que naide contestó,
que cumplí la mio palabra", dixo.
Pero nin el menor ruiu fixeron los qu'oyíen,
anque cada palabra que dicía
diba dexando un ecu nes solombres de la casa callada
onde namás él taba de pies.
Ai, sintieron que montaba a caballu
y que sonaba'l fierru nes baldoses de piedra,
y cómo nuevamente resurdía'l silenciu
al alloñase'l ruiu de los cascos.


Walter de la Mare (1873-1940)
Poesia inglesa traducida al asturianu por Jose Luis Piquero

miércoles, 15 de abril de 2009

Descanso...





Bimba y Lola en sus largas siestas, ajenas a todo lo que les rodea...

Me gustan los animales, jugar con ellos y reirme de sus travesuras..., pero cuando con sus ladridos no te dejan dormir, te levantan un dolor de cabeza para el resto del día y así un día y otro, una semana tras otra...
Ellos no son los culpables y sí sus dueños, que les dejan sólos encerrados durante horas y llega un momento que ladran por todo: un timbre, el ascensor, un coche en la calle y no digámos cuando se pelean con los gatos..., entonces es cuando me apetece subir y pegarles dos tiros a sus dueños, ya que el hablar con ellos es inutil.
Imaginaros a dos perros grandes y unos cuantos gatos dentro de un piso sólos durante casi todo el día y tú viviendo justo debajo de ese piso..., terminas volviendote loco y con una mala hostia por no poder descansar.
Ya no recuerdo lo qué es dormir unas cuantas horas seguidas y levantarte descansada y tranquila. La medicación no me deja dormir de seguido y los ladridos empeoran la situación...

Me gustaría tener algún día como Bimba y Lola y descansar....


domingo, 12 de abril de 2009

Tronada







¿Güeyasti a la xoven nel peñatu
en cande vistíu so les foles,
cuandu arrevexando nuna cainada de boriada
xugaba'l mar coles mariñes,
cuandu'l rayu del rescamplíu allumaba
de contino col so rellumu encarnáu
y el vientu solmenaba y nalaba
col so velu esnalador?

Perguapu mar nuna cainada de boriada
y el cielu en relluces ensin azules.

Pero créyime: La xoven nel peñatu,
ye más guapa que les foles, el cielu y la tronada.

domingo, 5 de abril de 2009

Un momento...



De tí,
del último estallido
de tu cuerpo,
de todos los gemidos
que asaltaron mis labios,
apenas un pliege entre
la sábana,
segmentando el perfil
de mi costado,
me recuerda la huella de tu paso...

sábado, 4 de abril de 2009

Fuego...



Los signos de fuego en el zodíaco tienen una influencia directa e inmediata en lo que les rodea, son independientes. Se acentúa su individualismo.
Activo, tiene la certeza de lo que es, posée una gran confianza en sí. Se centra en él y lo demás gira a su alrededor, por eso puede ser tachado de agocéntrico. Es motivador, entusiasta y se deja llevar por lo que le dice su instinto.
El fuego es la energia vital y estar a su lado puede ser estimulo de motivación.
Él no cuenta con el apoyo de los demás y por eso puede tener el sentimiento de estar sólo, aunque por su naturaleza expresiva y expansiva contagia a los otros de vitalidad. Tiene la seguridad de lo que ha de hacerse y la voluntad para llevarlo a cabo.
El elemento fuego enfoca el sexo como un intercambio de energia. Son tempentuosos y apasionados, propensos al puro deseo y al sexo sin tapujos. Prefieren vidas amorosas sin complicaciones, espontáneas... y diversidad. Raramente confunden el deseo con el amor.
Los sagitario son los más positivos del zodiaco. Son versátiles, les gusta la aventura y lo desconocido y tienen mente abierta. El signo sagitario es fiable, honesto, dispuesto a luchar por las buenas causas cueste lo que cueste...


Esto es algo de lo que dicen de mi signo de fuego y me siento bastante identificada en ello, aunque sólo las personas cercanas me conocen realmente...


Es difícil amar...





Me hace sentir bien cada vez que la escucho,
me llena de paz, me tranquiliza,
me lleva a otro lugar a otro momento...

viernes, 3 de abril de 2009

Ente nos...



Presiéntote entrando a tientes...
y como nun quiero asustate,
cierro los güeyos y finxo siguir dormida,
mentes escucho la to respiración forciada...

Voi aldovinando'l percorríu de les tos manes,
de la que retires les sábanes
que me cubren de misteriu y de vergüenza.

Yá cási que controlo'l xirpíu
que provoquen les tos piernes allugándose a les mies.

Ye cuestión de tientos y d'años...

Como si fora un gatu,
fáigome con cuidáu a los tos espacios,
y calistriome del fogaxe qu'esborda la to piel
y que-y falta a la mía.

Tovía queden respingos ente nos...

jueves, 2 de abril de 2009

Cuando seyas vieya





Cuando yá seyas vieya y tengas gris el pelo y munchu suañu,
y teas apigazando xunta'l fueu,
garra esti llibru y lléelu despacio,
suañando col mirar que'un día tuvisti
y cola so fondura solombriega;

cuántos hubo que'amaben aquella gracia tuya
y la guapura tuya con amor falsu o ciertu,
pero namás un home
amó braeramente'l to alma pelegrina
y el dolor de la to cara cambiante;

depués, cuando t' abangues p'atizar la foguera
vas echar muncho en falta esi querer braeru que voló
y percorrió los montes alantrono
y escondió los sos güeyos tres montones d'estrelles.



William Butler Yeats (1865-1939)
Traducido al asturiano por Jose Luis Piquero