Del mismo modo que el miedo es una emoción que nos protege de determinados peligros, la tristeza también cumple su función evolutiva.
No debémos sentirnos culpables por sentirnos tristes, ya que forma parte de nuestra evolución como personas.
La tristeza es necesaria para superar los procesos dolorosos que ocurren en nuestra vida.
Sin esta emoción, quizá no seríamos capaces de discernir entre lo que no importa demasiado y lo que realmente nos resulta más valioso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario