Se dice que en los limites del mundo,
allí donde la línea del horizonte se une con el cielo,
donde el sol refleja su color rojizo del atardecer,
allí donde nadie llegó, van a morir los deseos que se nos van cumpliendo,
deseos que olvidamos hace mucho tiempo
y son los que un día nos hicieron reir ó llorar,
para poder crecer, para poder vivir.
Deseos, solo deseos...
Deseos que por una u otra cosa los hemos dejado de lado;
hasta esa linea del horizonte llegan ya sin fuerzas,
deseos de niños y tartas de chocolate,
deseos de primeros besos, de primer amor,de primeros sueños.
Este deseo es de amores adultos y serenos, de calor de manta y sofa.
Así, en esta eterna mezcla, llenan el horizonte de nubes que amenazan ese sol naranja y nos perdemos en un desierto como viajeros del tiempo.
Amor..., ya no me perderé jamás por que mi brujula éres tú,
y te tengo a mi lado.
Palabras escritas por mi amigo Richard Santoshi, a quien envio un besín desde este sitio.
allí donde la línea del horizonte se une con el cielo,
donde el sol refleja su color rojizo del atardecer,
allí donde nadie llegó, van a morir los deseos que se nos van cumpliendo,
deseos que olvidamos hace mucho tiempo
y son los que un día nos hicieron reir ó llorar,
para poder crecer, para poder vivir.
Deseos, solo deseos...
Deseos que por una u otra cosa los hemos dejado de lado;
hasta esa linea del horizonte llegan ya sin fuerzas,
deseos de niños y tartas de chocolate,
deseos de primeros besos, de primer amor,de primeros sueños.
Este deseo es de amores adultos y serenos, de calor de manta y sofa.
Así, en esta eterna mezcla, llenan el horizonte de nubes que amenazan ese sol naranja y nos perdemos en un desierto como viajeros del tiempo.
Amor..., ya no me perderé jamás por que mi brujula éres tú,
y te tengo a mi lado.
Palabras escritas por mi amigo Richard Santoshi, a quien envio un besín desde este sitio.
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