Cuando llegas a casa después de una larga noche de trabajo aguantando al compañero de turno, sólo deseas desconectar de todo y dormir...
Eso es lo que yo desearía, pero la realidad es otra...
Mi mente se encuentra a miles de kilómetros, recordando y añorando los momentos más maravillosos vividos al lado de una persona muy especial, unos momentos que ya no volverán.
El corazón me oprime el pecho, me ahogo, no puedo contener las lagrimas y me abrazo a la almohada dejándo que el cansancio me venza entre sollozos.
Estos días han sido raros, sintiéndome vacia, insignificante, dolida, sin poder controlar mi vida, sólo dejándome llevar
Le he perdido, él no volverá y ya nada tiene sentido...
La vida continua y sé que debo seguir adelante, sacar fuerzas para seguir luchando y curar mi corazón herido
Hace años alguien muy querido me dijo:"Amparo saca toda tu pena fuera, escribe lo que sientes, lo que desearías y ese dolor que ahora te hace sufrir, se hará cada día más pequeño".
Y sí, aquel dolor desapareció y con el tiempo, volví a sonreir, volví a ser feliz .
Y ahora vuelvo a escribir...
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