La tarde amenazaba lluvia pero nos apetecía dar un paseo por los alrededores de mi casa en el pueblo. Luna saltaba entusiasmada, estaba como loca, sabiendo que podía correr a sus anchas por el monte sin peligro. Ella iba delante, husmeando todo, entrando en los prados dónde las vacas ó los caballos pastaban y luego regresaba junto a nosotras, como si quisiera meternos prisa. Mi madre camina despacio y yo tengo que ir a su ritmo tambien. Pero a mi perrita le gusta correr, está acostumbrada a hacerlo conmigo y los paseos con mi madre son demasiado relajados. Me gusta verla contenta y tambien me gusta como controla a mi madre en todo momento, se compenetran muy bien las dos. ¡Quien me iba a decir que ellas dos darían largos paseos todos los dias..!
No hay comentarios:
Publicar un comentario