Ha pasado una semana más sin apenas tiempo para revisar el correo y salir corriendo al trabajo ó al hospital.Estos días he intentado no pensar en lo que pueda pasar y ser positiva. Es ley de vida me digo, pero aún son jovenes, apenas disfrutan de los nietos y de una vida sin trabajo y preocupaciones.
Nos pasamos la vida trabajando, luchando, construyendo algo para un futuro y cuando llega la edad de la jubilación te llegan las enfermedades y contra eso no puedes hacer nada, no hay lucha posible por mucho que lo quieras, y todos pasarémos por ello.
Veo a mi padre cada día más preocupado, pensando en la operación de mi madre, no nos dice nada, pero sabe que no puede vivir sin ella, eso lo sabemos, como sabémos también que su cancer poco a poco le está minando y su salud no le deja hacer ya muchas cosas.
A veces le veo mirando sus bicicletas colgadas en el garaje con ojos brillantes y con las lagrimas a punto de salir de sus tristes ojos. Ya no puede salir y recorrerse casi 100 km diarios en las mañanas para regresar a comer con mi madre y luego pasar la tarde juntos, en la huerta, en la casa ó dando un paseo al atardecer. Eso que le hacia feliz cada día, está ahí ahora aparcado y de vez en cuando las baja, las limpia y vuelve a colgarlas. No le digo nada, sólo le paso el brazo por el hombro y me lo llevo hacia la casa.
Asi pasan estos días, estas semanas y asi seguirán...